La estética del metal
“You’re too fuckin’ metal for your own good!”
James Hetfield
La reunión e identificación con un grupo o movimiento social determinado, no es absolutamente una novedad en nuestra cultura occidental moderna. Esta identificación puede asumir las más variadas características: vestimenta, características del cabello, pintarse o tatuarse el cuerpo, el uso de argollas u otros implementos metálicos en el cuerpo utilizados por ejemplo, por los guerreros de los pueblos americanos, como símbolo de poder, igualmente como símbolo de diferenciación, para resaltar la individualidad, y por supuesto, como signo pertenencia a un grupo determinado (aunque no necesariamente se deben cumplir todas estas características). Bajo este contexto, la música metal, particularmente su componente estética, se nutre, naturalmente de su ambiente social, y de la aceptación de signos, que los que participan de este grupo, entienden, y tienen como comunes
¿Dónde podemos rastrear las características estéticas del Heavy Metal[1]? En sus inicios, en la que muchos están de acuerdo en ver a la banda Black Sabbat como precursora del genero (aunque se menciona la fusión del blues rock, con la música psicodélica al estilo Iron Buttefly, como bases del genero), la estética en la vestimenta era ajustados pantalones jeans, abrigos de cuero, y ocasionales botas vaqueras; liricas, cargadas de paranoia, opresión y oscuridad, en contraste quizás a las letras pacifistas y ñoñas con las que la música pacifista de los 60s había encarnado el espíritu idealista de la época. Hacia principios de los 70s, con bandas como las inglesas Led Zeppelin, Black Sabath permitieron la formación de un sonido similar en los Estados Unidos, representado por bandas como Kiss y Aerosmith que trataban de darle un estilo propio al género, que sin embargo, hacia finales de los 70s por la fiebre del disco y el surgimiento del movimiento Punk (que se manifestaban tanto en contra de la situación social de la época manejando temas anarquistas, como del exceso de música disco, rock y la parafernalia y complicación del genero progresivo), se vio prácticamente en agonía. Hacia principios de los 80s, bandas como Iron Maiden, Deff Leppard, Judas Priest[2], Motorhead, AC/DC y Metallica, por citar algunas, dieron un nuevo impulso al género metal, que prontamente, conforme evolucionaron los años 80s, se conformaron una gran variedad de generos: Thrash metal, Death metal, Black metal, White metal o metal cristiano, Doom metal, Power metal, Metal progresivo, Folk metal y Metal gótico, todas con elemento estético común, aunque con variaciones en la velocidad de la ejecución de la música, o propendorancia de un instrumento sobre los demás.
La necesidad de expresar oscuridad y una estética que no se placentera o cumpla con cánones de belleza tradicionales, fue estudiada desde los tiempos griegos, quienes dividían la estética en Apolonia, relacionada con el gozo, el placer, lo bueno, lo sano, lo bello la harmonía[3] y la claridad; y en Dionisíaca, que significa, el exceso, la fragmentación, la desarmonía y la oscuridad. Estos estudios fueron retomados por Nietzche, para quien la eliminación de la estética Dionisíaca, era sinónimo de modernidad.
En nuestra época de postmodernidad, la estética Dionisiaca, parece estar a la orden del día, videojuegos, películas y noticias entre otras, no parecen cumplir las necesidades sociales que lograba la tragedia griega con sus recitaciones liricas, escena y grandes audiencias, algo que hoy en día logra de una manera adecuada el Heavy Metal; en la que la catarsis Aristotélica, cumple su papel, de potenciadora del comportamiento dionisiaco y la propia afirmación, que en circunstancia normales son casi que anuladas por la razon social. Además de esto, las liricas del metal, muchas veces hacen referencia a la fortaleza y dignidad ante el sufrimiento, a un motivo existencial, y a la vez denunciador (Iron Maiden, Run to the Hills, por ejemplo), como eran los temas de la tragedia griega, en la que el protagonista, inexorablemente enfrentaba su destino, determinado ya por los dioses, perdiendo su libertad, pero aun con la responsabilidad de sus acciones. Si bien es cierto, el arte, se ha visto como potenciador de la actitud moral y racional, esto ha sido más que un invento de la tradición idealista alemana y de su Eurocentrismo, las connotaciones morales del heavy metal, parecen, por un lado ser controladores del enojo, y por otro, nuevamente cumplen su cometido de generar la cohesión social.
Un punto importante, en este análisis es el manejo de emociones que se generan al interno del individuo y como grupo en la participación tanto de un concierto de heavy metal, como del disfrute individual de los discos. Si la estética Dionisíaca de la que es parte el Heavy Metal, produce oscuridad, desarmonía y exceso, ¿es este el efecto en los participantes?[4] Keith Kahn-Harris escribio en su libro “Extreme Metal” (2007, p. 52):
“Este proceso permite una expresión de lo que parecen ser emociones negativas; agresiones, enojo, violencia y brutalidad parecen ser los elementos esenciales del metal extremo y la fuente de su vitalidad […]”
Sin embargo, esta observación pasa de simplista, pues la historia de la humanidad esta plagada de violencia, sin que existiera el heavy metal. El manejo de emociones negativas, el poder darles rienda, es un factor importante en la catarsis, en este caso, como Aristóteles mencionaba en su Ética a Eudemio, el punto medio es esencial, un poco de ira, o enojo, pueden ser validas
Las connotaciones políticas de la emoción del enojo, también son manejadas por el Heavy Metal, que a su vez actúa como un controlador de estas: por ejemplo, lo menciona Jack en The Poetics of Destruction: Death Metal Rock. In: Popular Music and Society, en la experiencia de un concierto de Megadeth mientras interpretaba un cover de Sex Pistols:
“Ahora imagine una audiencia de jóvenes individualistas enojados, cantando con el puño cerrado “Cause i won’t oby! Anarchy!”. El mensaje socio-critico y anárquico llega a ser paradójico, porque la audiencia al final, obedece la “regla”, de cantar con la banda y actuar pacíficamente. El enojo revolucionario expresado en la canción, es minimizado y controlado por formas convencionales de interacción”
Demostrando el comportamiento de tropa de la especie, donde la característica es la existencia de un grupo ά
Las variaciones del metal, las liricas que muestras diferentes situaciones y estructuras sociales con las que no están de acuerdo como la religión institucionalizada, el gobierno, impuestos, son matices de la misma expresión estética, en la que la pintura del cuerpo y el rostro, como las mascaras, ocultan, transforman
[1] Sobre el termino Heavy Metal, hay muchas historias que tratan de definir el nombre, pasando desde la obra literaria de William Borroughs, anécdotas de la música de Jimmy Hendrix, hasta historias de críticos especializados en música de la época como por ejemplo Lester Bang. En todo caso, se hace referencia a la velocidad de la interpretación, los sonidos del bajo, y el alto volumen del sonido.
[2] Con Judas Priest, se definió la estética de la vestimenta del género: camisas negras, accesorios de cuero y metal.
[3] La necesidad de armonía y orden son innatas en la especie
[4] Robert Walser (1993, p. 19) cita las palabras de un fan: Heavy Metal is “the most powerful kind of music; it makes me feel powerful. It's intense; it helps me work off my frustrations.”
BIBLIOGRAFIA
Arenales, D. M. (2007). ANÁLISIS DE TROPA Y ANÁLISIS LITERARIO: UNA APROXIMACIÓN AL NIBELUNGENLIED. San Jose.
Aristoteles. (s.f.). Metafisica.
Aristoteles. Moral a Eudemo.
Deanna, C. (2008). Tragic Metal. Aesthetics and Existentialism , 1.
Dissanayake, E. (1995). Homo Aestheticus. Seatle: Univesity of Washington Press.
Harrel, J. (1991). The Poetics of Destrucction: Death Metal Rock in Popular Music and Society.
Hoffstadt, C. (s.f.). Controlled anger and the expression of intensity and authenticity in post-modern Heavy Metal.
Lewis-Williams, D. (2002). The Mind in the Cave. London: Thames & Hudson.
Pollock, D. (2001). Mask and the semiotics of Identity.