miércoles, 2 de marzo de 2011

Aproximación a un relato neuronal de la Conciencia

Este trabajo es parte de un articulo mas amplio sobre lo que podemos entender sobre la conciencia; en esta parte solo consideramos la parte "neurocientífica" de la misma, dejando para la siguiente entrega las reflexiones y construcciones filosóficas de la investigación sobre la conciencia.


Uno de los “misterios” que más intrigas y reflexiones han causado a nuestra especie ha sido sin lugar a dudas el fenómeno llamado conciencia[1]. Nuestras experiencias internas, las experiencias subjetivas[2] que tenemos del mundo exterior y el reporte de las experiencias de otros congéneres de que tienen estas mismas experiencias, nos hacen pensar que hay algo especial en nosotros; que nadie más puede conocer y que es en suma privativo nuestro; que nos hace estar atentos a los que pasa en el exterior y de cierta manera lo que pasa en nosotros mismos; esta aproximación a una definición de conciencia nos hace reflexionar en que efectivamente ese “algo” tiene que existir en nosotros de manera propia y en nuestro cerebro para ser más específicos[3]; si esto es así la conciencia seria el producto tanto de la interacción neuronal como de las diferentes áreas cerebrales asociadas (entre otras) a la memoria y atención (Tuszinsky, 2006, pág. 77). Encontrar estas interacciones ha sido la tarea de los buscan un correlato neuronal[4] para la conciencia y tratar de solventar el problema de sus bases materiales y de la subjetividad que produce. Si bien es cierto que la consciencia no puede ubicarse en algún punto específico del cerebro(puesto que la memoria no pude ser ubicada en algún lugar especifico, por ejemplo), se han determinado, a partir de accidentes principalmente, algunos lugares que parecen tener influencia sobre esta: por ejemplo daños en estructuras subcorticales[5] (línea media), que son estructuras encargadas de habilitar los controles de la excitación cerebral (determinadas por actividad metabólica o eléctrica) y son necesarias para la conciencia ya que afectan los niveles de alerta del cerebro. Un ejemplo es el llamado sistema de activación reticular (RAS) que contiene neuronas que generan distintas sustancias como acetilcolina, noradrenalina, serotonina, histamina y orexina, estas controlan la excitabilidad del tálamo y median en la alteración de sueño[6] y vigilia y los niveles de excitación del cerebro. Daños en el RAS[7] pueden resultar en pérdida de conciencia y coma y que pueden llevar a una pérdida total de la conciencia[8] (Florian Mormann and Christof Koch , 2007). De la misma manera que los procesos de conciencia pueden estar ligadas a estas regiones del cerebro, hay indicios que un relato neuronal de la conciencia puede estar en ambos hemisferios cerebrales (Brooks, 2003, págs. 22-38). Prueba de esto lo muestran algunos pacientes que han tenido problemas de epilepsia y a los que, quirúrgicamente se les ha cortado el corpus callosum[9]. Después de recobrarse de estas operaciones estos pacientes actúan, hablan y no experimentan diferencias anteriores a su operación. Sin embargo, luego de un tiempo de inspección un síndrome profundo de desconexión puede ser observado (Florian Mormann and Christof Koch , 2007). Información específica provista por uno o por otro hemisferio parece no ser compartida con su parte. Sujetos cuyo hemisferio de dominancia del lenguaje (usualmente el izquierdo) son incapaces de nombrar un objeto presentado a su campo visual izquierdo, pero pueden tomar el objeto de un grupo de objetos usando su mano derecha. Este procedimiento involucra consciencia de percepción seguida de una respuesta-meta motora con el correlato neuronal necesario siendo constreñido por uno de los hemisferios. La principal conclusión es que ambos hemisferios son capaces de experiencia de consciencia (Florian Mormann and Christof Koch , 2007). Pero no solamente accidentes pueden alterar la conciencia, sino también la ingesta de sustancias químicas o naturales de tipo alucinógenos, así como sonidos, danzas, repetición de palabras y meditación pueden provocar cambios en la percepción de la realidad y de las experiencias subjetivas. Con las anteriores consideraciones ya podemos establecer que efectivamente la conciencia tiene una base física que es el cerebro y que la conciencia es en cierta forma la organización coherente[10] de los estados mentales[11], que producen tanto las experiencias subjetivas como las objetivas[12]; en otras palabras la construcción de la percepción de la realidad tanto externa como interna y la “capacidad” de controlar los movimientos del cuerpo o decidir sobre ellos; pero no todos los fenómenos son “conscientes” o tenemos consciencia de ellos (en el entendido que sabemos lo que pasa o que voluntariamente los llevamos a cabo), los fenómenos “inconscientes” son también otra de las manifestaciones que podemos encontrar en nuestro diario accionar; Leibniz[13] fue el primero quizás que se refirió a ellos, y más recientemente con Sigmund Freud el concepto de inconsciente[14] tuvo una gran importancia. Freud estuvo interesado precisamente en el problema “duro” de la conciencia y ya en su libro de 1895 “Proyecto de una neurología para psicólogos” trato de esbozar un camino a seguir para la psicología que tomara en cuenta la actividad neuronal y construir de estas las experiencias subjetivas[15]. Esta aproximación de Freud es bastante interesante, pues asume un correlato neuronal para la consciencia, con Freud la conciencia se ve ya como un producto de una base física sin apelar a un dualismo como el que propuso Descartes para explicar los contenidos conscientes. Esta búsqueda de una explicación de las características subjetivas de la conciencia y la búsqueda de un correlato neuronal fue una tarea que ha continuado con los trabajos de Francis Crick, proponiendo una explicación neuronal para la subjetividad en base a la sincronización de ciertos grupos de neuronas; básicamente Crick sostiene que hay neuronas especializadas en establecer una respuesta subjetiva a los estímulos que las activan; principalmente, estas neuronas estarían ubicadas en la parte posterior de la corteza cerebral[16] (Francis Crick & Christof Koch, 2003). Haciendo un análisis principalmente de la conciencia visual, formula que, el enlace entre áreas de memoria, y neuronas de la corteza cerebral que pueden producir la experiencia subjetiva se dan por oscilaciones y sincronizaciones de estas neuronas. La sincronización de emisiones de señales procedentes de neuronas espacialmente distintas activándose sincrónicamente a 40 Hz (ritmo gama) correspondería a las distintas características del objeto (movimiento, color, forma, etc.) que uno afirma percibir integradas en la forma de ese objeto único en un momento dado. Las oscilaciones a 40 Hz podrían sincronizar conjuntos de neuronas que por su especificidad espaciotemporal en un momento dado estuvieran especializadas en los distintos componentes perceptibles de una escena visual, y constituir, tal vez, un correlato neuronal directo de la percepción consciente subjetiva de lo que se ve. Pero Crick asume en cierta forma una posición a nivel macro, pues las áreas anteriores y posteriores de la corteza cerebral y sus neuronas asociadas serian las que producen la conciencia, pero no va más allá de su punto de análisis, lo cual nos deja más preguntas sobre los mecanismos neuronales al interior de estas células nerviosas que podrían generar conciencia y las funciones asociadas de las que depende como atención, aprendizaje, memoria y el manejo de la información; de igual manera, si la conciencia se puede alterar por accidentes o sustancias alucinógenas, ¿cómo se ven afectadas las neuronas y como se pueden varias las experiencias subjetivas?. Algunos relatos neuronales de la consciencia tratan de ir hacia el interior mismo de las células y sus estructuras, como por ejemplo el estudio de los microtúbulos[17] y estudiar los procesos cognitivos[18] a partir de estas estructuras y de esta manera la consciencia, que es la propuesta presentada por Stuart Hameroff, y para el cual la conciencia no es más que una expresión cuántica y de computación a nivel de microtúbulos (Tuszinsky, 2006, págs. 193-153), propuesta en la que también participo el físico Roger Penrose. La memoria y atención[19] son de particular importancia como procesos que actúan sobre la consciencia. Sin estos la construcción de subjetividad, pensamientos, emociones e ideas no sería posible, de hecho no creo que sería posible la vida más allá de una mera vivencia particular y sin posibilidad de construir sociedad, mundo y significado. Algunas lesiones en las áreas V4 y V4a del sistema visual impiden la visión de colores, mientras que una lesión en la región V5 imposibilita ver movimiento con la consecuente pérdida de atención (Velmans, 2009, pág. 274). Pero la atención[20] hacia un objeto no es suficiente y es por esto que es necesaria la memoria ya sea para analizar lo que se está observando, comparar sus partes o tomar acciones futuras; el lóbulo frontal y el cingulado anterior están involucrados de igual manera en procesos de memoria[21]. Crick and Koch sugirieron que circuitos neuronales reverberantes tálamo-corticales sentaban las bases físicas para una breve memoria que soportaba la memoria de corto termino y que de paso conformaba la conciencia temporal. Los procesos que pueden tener influencia en los mecanismos de atención están regulados en cierta forma por los neurotransmisores de glutamato que transmiten datos sensoriales a lo largo de un camino sensorial, que comienza en el órgano sensorial (retina, coclea, etc), haciendo sinapsis comúnmente en el tálamo, de ahí a la corteza sensorial y luego a una serie de circuitos corticocorticales que alcanzan la corteza de asociación[22]. El sistema colinérgico contribuye a la atención selectiva, mientras que norefedrina, serotonina y dopamina a una excitación o vigilancia general[23]. En los estados alterados de conciencia (que son estados en los que la “consciencia normal se inhibe dando espacio a otro tipo de experiencias y de subjetividad, estos estados son temporales pero con gran huella en la psique), se utilizan drogas psicodélicas que usualmente son agonistas del receptor 5HT2a o bloqueadores colinérgicos que como están relacionados con los procesos de memoria, atención aprendizaje y conciencia. Otros desde luego son el ácido iboténico y el mucinol que trabajan en el área de agonismo del sistema GABA, y que también pueden alterar los procesos de percepción, memoria atención y por lo tanto la conciencia[24]. Pero la conciencia no solamente puede ser alterada por medio de sustancias alucinógenas[25], sino también por medio de la meditación trascendental, donde los microtúbulos tienen al parecer una gran influencia; como por ejemplo la sincronización de las ondas cerebrales entre el hemisferio izquierdo y el derecho. En el pasado se había considerado que el fenómeno de la sincronización aumentaba la conciencia. Tales son el caso de Meditación Yoga y Zen (Dr. Carlos Quirce Balma). Winkelman (Winkelman, 1990) por ejemplo había mantenido que la sincronización entre los dos hemisferios[26] aumentada la posibilidad de que la persona llegase a adquirir poderes curativos de otros. Recientemente Hameroff en su investigación en Alemania (Instituto Max Planck) logró dar la teoría que cuando un estado de conciencia se produce se polarizan las moléculas de agua en los microtúbulos (que son ductos en que pasan las proteínas en las neuronas de una lado superior a uno distal). Dichas moléculas se alinean en la misma dirección como en un campo eléctrico produciendo un nivel de consciencia diferente. Estas son algunas formas en las que la conciencia dada su base material puede alterarse, produciendo una subjetividad que no es la normal en el sujeto. La subjetividad, la base de las experiencias personales dependen del ordenamiento neuronal y de las funciones dentro de estas células nerviosas, la consciencia es producto de los procesos de atención, memoria e información que conforman un todo que depende de cada una de las partes del cerebro en un delicado balance. Lo mental no es sino otro estado de la materia que se manifiesta en un alto nivel de ordenamiento del cerebro siendo las experiencias subjetivas la manifestación de este tipo de organización, el cerebro no es más que una fábrica de materia subjetiva, llámese pensamientos, experiencias personales o qualia. Pero no todas nuestras experiencias son conscientes o al menos no en el sentido que nos demos cuenta de lo que pase; si una “consciencia” normal es estar alerta, un estado de consciencia alterado nos hace perder ese “poder” de saber y decidir que sucede a nuestro alrededor. La idea de conciencia va emparejada con una idea de libertad, traducida en ocasiones como libre albedrio, el sujeto asume que es libre de efectuar sus propios movimientos porque es consciente de ello, sin embargo, en muchas ocasiones nos vemos en experiencias de las que no somos o no tenemos conciencia de ellas; en el sistema nervioso central por citar un ejemplo, el sistema simpático se activa independientemente de nuestros deseos, es autónomo en el sentido que responde a procesos sobre los que nosotros no tenemos la posibilidad de decidir, de la misma manera, muchos reflejos son mono sinápticos y no alcanzas áreas de integración en el cerebro para llegar a un nivel conscientes. La percepción de movimientos es un producto que es consciente y sobre los que tenemos el control de la volición, el control para hacerlos o no hacerlos. Un ejemplo de esto es cuando por introspección nos damos cuenta de que ante una pregunta empezamos a hablar sin que en la mayoría de las ocasiones hemos reflexionado sobre la respuesta, o ante la situación de una persona bostezando nos encontramos realizando pronto la misma acción y de manera totalmente inconsciente[27]. Uno de las investigaciones más desconcertantes y que ha generado muchas críticas es el experimento realizado por Libet (Nancey Murphy, George F.R. Ellis, and Timothy O’Connor (Eds.), 2009) donde demostró que ante decisiones por ejemplo de mover un brazo se dispara un potencial de acción o Bereitschaftspotential[28] antes que conscientemente mandemos la señal a nuestro cerebro de querer mover, por ejemplo el brazo(aproximadamente 0.35 segundos antes de experimentar la “acción voluntaria”). En casos de automatismo producidos por epilepsia los sujetos tienen breves periodos de inconsciencia donde parece actuar como todos nosotros, salvo que no son absolutamente conscientes de sus actos (Brooks, 2003). Un deterioro de la conciencia como por ejemplo con la enfermedad de Alzheimer ( por supuesto que intervienen otros factores), donde los centros de memoria y atención se corrompen haciendo una fragmentación de la consciencia también, prueba de que la consciencia no es una sustancia separada de la base material que la sustenta. Faltan muchos análisis por realizar, como establecer qué clase de consciencia existe en otras especies de animales y que puede ser lo diferente por ejemplo con el homo sapiens, también analizar de una manera mas rigurosa cuales serian los correlatos neuronales de los procesos inconscientes. Los procesos conscientes o los inconscientes son suma importancia para nuestro comportamiento tanto individual como social, de las anteriores consideraciones se da la importancia seguir estudiando la consciencia a fin de establecer de una manera más concreta nuestras motivaciones, emociones y comportamientos.

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http://en.wikipedia.org/wiki/Bereitschaftspotential

http://es.wikipedia.org/wiki/Cuerpo_calloso



[1] La palabra conciencia parece provenir del latín “conscientia” que significaba más o menos saber distinguir del bien del mal. En este trabajo, analizaremos la consciencia en la especie homo sapiens sapiens.

[2] Los qualia son las cualidades subjetivas de las experiencias individuales. Por ejemplo, la rojez de lo rojo, o lo doloroso del dolor, pero también aplica para otros estados mentales como creencias, deseos, esperanzas o temores durante los "episodios consientes de estos estados". (Glynn, 1999, págs. 392-393). Algunos filósofos de la mente no están de acuerdo con esta definición como Daniel Dennett, quien profesa un materialismo eliminativo (forma más radical de materialismo (fisicalismo)), pues afirma que el término produce más bien confusión que aclaración.

[3] De asumir una posición metafísica seria un monismo, una sola sustancia que sea el origen de las bases materiales y subjetivas; un dualismo metafísico seria posiblemente de características cartesianas, aunque cierto dualismo de propiedades de la filosofía de la mente podría ser aceptado, por ejemplo el filósofo David Chalmers define los qualia como una propiedad no material.

[4] Crick y Koch definen el correlato neuronal de la conciencia (NCC) como el mínimo conjunto de eventos neuronales que permite la emergencia de un aspecto especifico de la conciencia perceptual. (Francis Crick & Christof Koch, 2003)

[5] Algunas estructuras subcorticales son por ejemplo la formación hipocampal y la amígdala.

[6] El ciclo de sueño es un ejemplo que se ha estudiado sobre la naturaleza de la consciencia y los lugares del cerebro que afectan nuestros procesos consientes: al dormirse la cuenta del mundo exterior se pierde, aunque se maneje ciertas imagines visuales y pensamientos asociados, esto se conoce como estado I en el que hay una lentizacion del EEG. En el estado II se reflejan oscilaciones independientes del sistema tálamo-cortical, y conforme estas oscilaciones bloquen la transmisión de señales externas e internas de este sistema dentro del cerebro la experiencia consciente desaparece totalmente (estado II del NREM). Con mas perdida de actividad, las ondas del estado II son seguidas por ondas de alto voltaje, esto ocurre en la fase conocida como NREM estado III, y el punto donde dominan toda la señal es en NREM estado IV. El despertarse de esta fase es difícil y requiere a menudo estimulación repetida. Estos estados tienen fluctuaciones en las ondas registradas mostrando una variada actividad cerebral (y movimiento rápido de ojos). Se ha reportado (Demet y Kleitman, 1957) que cuando se despierta de estos estado de REM los sujetos reportan sueños alucinantes. El psiquiatra Alan Hobson analiza esta información mencionando que en el estado IV de NREM el cerebro permanece activo y sigue procesando su propia información, afirmando que el 80% del cerebro permanece activo en estados de sueño profundo. Su conclusión es más bien referida a la cantidad de actividad que es asociada a lo inconsciente y cuanta al procesamiento consciente.

[7] Algunos investigadores como el neuropsicólogo Stuart Dimon no están de acuerdo con esta función del RAS: “El trabajo de los centros subcorticales es proveer las condiciones necesarias para la conciencia, al menos en su total sentido como despierta, pero es razonable aun asumir que la conciencia tal como la describimos aquí, como el haz continuo de experiencias subjetivas, es algo que tiene su origen cortical y esencialmente bajo control cortical. El papel de los sistemas subcorticales es para nosotros principalmente el proveer un lazo de la región cortical a la corteza con el propósito de alertar y despertar a los centros corticales que trabajan con los fenómenos de la experiencia subjetiva”. (Velmans, 2009, pág. 270)

[8] Algunos accidentes más serios pueden conducir a un coma profundo, estado vegetativo, mínimos niveles de conciencia y el síndrome del bloqueo. (Miss Audrey Vanhaudenhuyse, 2009)

[9] El cuerpo calloso es el haz de fibras nerviosas (comisura central) más extenso del cerebro humano.

Su función es la de servir como vía de comunicación entre un hemisferio cerebral y otro, con el fin de que ambos lados del cerebro trabajen de forma conjunta y complementaria. (http://es.wikipedia.org/wiki/Cuerpo_calloso)

[10] En algunos casos como veremos más adelante, sustancias alucinógenas artificiales o naturales pueden llevar a alteraciones en la percepción e integración de la información, produciendo estados alterados de conciencia, donde “la organización coherente” ya no es tan clara.

[11] Mente, consciencia y alma fueron usados indistintamente por Platón, Descartes y recientemente Ecles, sin embargo a la luz del conocimiento moderno las tres son completamente diferentes, conciencia es una experiencia aparte que puede llevar a hacer algo “de forma consciente” o “inconsciente”. La mente es el lugar donde se producen procesos “psicológicos” que pueden ser conscientes o inconscientes, y el alma es esa “parte inmaterial, que puede sobrevivir al cuerpo”. (Velmans, 2009, pág. 23)

[12] El problema fuerte de la conciencia: como el cerebro produce qualia los componentes de las experiencias fenoménicas: el olor de la rosa, las emociones y la experiencia de un tren de pensamientos o la teoría de la mente. El problema suave que hace referencia a aspectos como la vigilia, la atención y el conocimiento. Esta división es hecha por David Chalmers, para quien el primero es mas resoluble pues se refiere a las relaciones actividad cerebral y función, en tanto el segundo es complicado pues se vuelve muy especulativo. (J.A. Muñoz-Yunta & M. Palau–Baduell, 2004)

[13] Leibniz introdujo en vez de un dualismo, un monismo (una sola sustancia) e introdujo ya la diferencia entre percepción y apercepción: La percepción puede definirse como un proceso nervioso superior que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir, elaborar e interpretar la información proveniente de su entorno; la apercepción puede definirse como la experiencia consciente de la percepción (Van Gulick, 2009)

[14] Sigmund Freud distinguió, en un principio, tres instancias o estructuras en la mente: consciente, subconsciente e inconsciente: el consciente está compuesto por las percepciones externas o del mundo, las percepciones internas y los procesos intelectuales. El subconsciente (preconsciente) está compuesto por recuerdos y aprendizajes que no son conscientes pero que pueden llegar a serlo fácilmente: están “disponibles”, y el inconsciente está compuesto por pulsiones innatas, deseos y recuerdos reprimidos que pugnan por encontrar satisfacción; por ello, el inconsciente es dinámico. No es consciente ni puede serlo, ya que está reprimido. Y si esta reprimido no podemos verlo, ya que solo existirán en una especie de “lugar mental” al cual no tenemos acceso.

[15]Solo mediante hipótesis tan complicadas y poco evidentes he podido hasta ahora incluir los fenómenos de la consciencia en el conjunto de la psicología cuantitativa.

Naturalmente, es imposible tratar de explicar por qué los procesos excitativos de las neuronas perceptivas (wN) [*] traen aparejada la consciencia. Para nosotros sólo se trata de hallar en las neuronas perceptivas (wN) procesos que coincidan con las características de la consciencia conocidas por nosotros y cuyas variaciones sean paralelas a las de ellas. Ya veremos que no es difícil lograrlo, aun en sus detalles.

Antes, sin embargo, digamos algunas palabras sobre la relación de esta teoría de la consciencia con otras teorías. De acuerdo con una teoría mecanicista moderna, la consciencia no sería más que un mero apéndice agregado a los procesos fisiológicos ­psíquicos, un apéndice cuya ausencia nada modificaría en el curso del suceder psíquico. De acuerdo con otra teoría, la consciencia sería la faz subjetiva de todo suceder psíquico, o sea, que sería inseparable de los procesos fisiológico -anímicos. La teoría que aquí desarrollo se encuentra entre estas dos. La consciencia es aquí la faz subjetiva de una parte de los procesos físicos [que se desarrollan] en el sistema neuronal -a saber, de los procesos perceptivos (procesos w) -, y su ausencia no dejaría inalterado el suceder psíquico, sino que entrañaría la ausencia de toda contribución del sistema W (w). (Freud, 1895)

[16] La neocorteza tiene 6 capas dispuestas en la superficie del cerebro y cada una de estas capas contiene diferentes tipos de células que cumplen diferentes roles. Las células piramidales ocupan las capas III y V; las células de la capa III se proyectan otras regiones corticales, mientras que las de la capa V se conectan a estructuras subcorticales. Algunos circuitos no piramidales que no se proyectan afuera de la región cortical son pequeños y más numerosos que las células piramidales; estos circuitos tiene diferentes formas y algunos pueden ser inhibitorios y/o exitatorios. Hay aproximadamente 1.25 trillones de sinapsis en la corteza cerebral humana. Los más importantes neurotransmisores de la corteza cerebral incluyen glutamato, GABA, acetilcolina, dopamina, norefedrina y serotonina. El glutamato es el responsable de la conducción de la información sensorial a lo largo del sistema nervioso central. Algunos receptores que se unen al glutamato son AMPA, kainata y el receptor de NDMA, y estos están unidos a proteinas G que participan en los procesos de fosforilizacion (algunas proteinas kinasas responsables de la fosforilacion son la proteína kinasa C (PKC), cAMP, II (CaCMKII). (Tuszinsky, 2006, págs. 52-56)

[17] Los microtúbulos son una clase de estructuras que se encuentra en todas las células vivas (PURVES, 2004). Las neuronas están llenas de microtúbulos, con dimensiones de 25 nm de diámetro exterior y unos 12 nm de diámetro interior, con longitudes que varían entre unos pocos nanómetros a micrómetros y se originan en los centros organizadores de microtúbulos que se extienden a lo largo de todo el citoplasma, junto con filamentos y neurofilamentos los que son dos de los mayores componentes del citoesqueleto, y están formadas por la polimerización de un dímero de dos proteínas globulares, la alfa y la beta tubulina.

[18] Algunas evidencias que relacionan el citoesqueleto y los microtúbulos con procesamiento de información y funciones cognitivas:

Mileusnic et al (1980) relaciona la producción de tubulinas y la actividad de los microtúbulos con aprendizaje peak, memoria y experiencia, en cerebros de pollos recien nacidos.

Cronley Dillo et al. (1984) demostraron que cuando las ratas recién nacidas comienzan su fase crítica de aprendizaje por el sistema visual (desde que abren los ojos), la neuronas en el cortex de la visión empiezan a producir grandes cantidades de tubulina, esta producción se reduce drásticamente cuando la fase de aprendizaje se por finalizada (cuando las ratas alcanzan 35 dias de nacidas).

Moshkov et al (1992) demostraron cambios químicos y estructurales en el cito esqueleto neuronal del pez dorado a continuación de estimulación sensorial.

Kudo et al. (1990) en gerbils expuestos a isquemia cerebral, relación la cantidad de dendridas MAO2 con el grado de empeoramiento cognitivo

Bensimon & Chernat (1991) descubrieron que la selectiva destrucción de los microtúbulos mediante la colchicina produjo defectos cognitivos en el aprendizaje y en la memoria que simulaba los síntomas clinicos del Alzehimer en el que se ve implicado el citoesqueleto.

Geerts et al (1992) demostraron que el sabeluzote, sustancia química que potencia la memoria, acelera el rapido transporte axoplasmatico.

Matsuyama & Jarvik (1989) han propuesto que el Alzeheimer es una enfermedad de los microtúbulos y de las MAPs

Arnold et al. (1983) demostraron que la fosforilacion /desforilacion del MAP2 consume una enorme cantidad de energía bioquímica del cerebro (Rojas, 2003) (Atmaspacher, 2008)

[19] La atención visual envuelve dos momentos: tener algo particular que mirar, y hacer un análisis de las partes de lo que se mira, esto es importante pues podemos entonces si es necesario cambiar la atención hacia otro objeto o situación. La corteza parietal está involucrada en estos procesos de atención y consciencia visual. Daños en esta área en sujetos les imposibilita poner su atención en otro objeto, una vez puesta su atención en un objeto no podía cambiarla hacia otro objeto (Velmans, 2009, pág. 275).

[20] Desde la teoría de microtúbulos, La sensación física de atención directa y conciencia podría ser bien asociada con los estados biofísicos de los microtúbulos que regulan: 1) ciclos de polimerización y despolimerización que enlazan sinapsis, y 2) transporte para activar sinapsis. (Tuszinsky, 2006)

[21] Sujetos con daños en el lóbulo frontal generalmente “dicen una cosa y hacen otra” mostrando problemas de memoria, en algunos monos procesos que involucran memoria muestran activación de las neuronas de la corteza frontal (Velmans, 2009, pág. 276).

[22]Algunos sistemas globales de neuronas utilizan el neurotransmisor acetilcolina y monoaminos: norefedrina, serotonina y dopamina. Estos agregados celulares reciben ramas colaterales de información sensorial de axones en ruta a la corteza cerebral, de esta manera estas neuronas obtienen una idea general de la información que entra y basan sus salidas en esto (Tuszinsky, 2006).

[23] Las neuronas colinergicas del forebrain basal (parte del cerebro que se desarrolla desde la parte anterior del tubo neural y comprende los hemisferios cerebrales, el tálamo, el hipotálamo y el sistema límbico). son capaces de contribuir a la atención selectiva porque enarvenan áreas discretas de la corteza midiendo 1-2 mm. El sistema de norefedrina, serotonina y dopamina es menos selectivo, y una sola fibra noradrenergica por ejemplo puede proveer entradas a muchos tipos diferentes de corteza. (Tuszinsky, 2006)

[24] Las bases de la estimulación neurobioquímica a través de los caminos de neurotransmisión cerebral

son principalmente la estimulación del receptor del glutamato y del receptor de la serotonina. Ambos estimulados, a su vez, estimulan el receptor del GABA, mientras que producen efectos sobre el receptor de la dopamina. El receptor GABA a su vez, estimula los receptores de la norepinefrina, la acetilcolina y nuevos receptores de serotonina. Sustancias psicoactivas como la “ketamina” estimulan preferencialmente, el receptor de la glutamina y antagonizan el NMDA o N metil D aspartato, mientras que los de tipo “psilocibin”, estimulan el receptor de la serotonina de tipo 2a. La tesis del “Gating” o “portonazo” expuesto por Vollenweider (1998), mantiene que existe un “loop” o anillo de reciclaje de la información tanto sensorial como de las áreas del cerebro antiguo o filogenéticamente menos evolucionado. Dicho anillo de reciclaje se compone de varias partes, a saber: la corteza-el estriatum-el tálamo y de nuevo la corteza, se completa así, el ciclo o anillo. De estar llegando a la neo-corteza mucha de dicha información, tanto sensorial como de las áreas llamadas “primitivas o antiguas” del cerebro, la teoría del “Gating” o filtración por portón, mantiene que daría lugar a alucinaciones visuales, auditivas y/o de otro tipo y por ende, ocurriría un episodio psicótico en la persona, posiblemente de tipo esquizofrénico. La teoría fundamental del “Gating” o “portonazo” es que el “loop” o reciclaje filtra la información que iría al neo-corteza e impide de esa manera episodios de tipo psicótico. Otro de los fundamentos de la teoría del “Gating” consiste en el hecho de que las drogas de tipo alucinógenos que estimulan (son agonistas) el receptor serotoninérgico 5HT-2, producen “ventanas” en el “Gating” y permiten que un mayor grado de información pase a la neo-corteza. Si bien la teoría aún debe explicar cómo agonistas del receptor colinérgico y del dopaminérgico o del noradrenérgico producen alucinaciones, se puede decir que ha sido como paradigma y modelo aceptado. (Carlos Quirce Balma & Roger P. Maickel, 2009)

[25] ¿Por qué buscar estado alterados de conciencia? Una respuesta fue por un proceso evolutivo donde el arte, ritual y ceremonia se unieron para una mayor cohesión social produciendo una religiosidad que permitió la supervivencia como grupo a diferencia por ejemplo del Neandertal. , el lenguaje que permitía el intercambio de información más directa y la interpretación simbólica puede ser una respuesta a esta pregunta. (Lewis-Williams, 2002)

[26] Para algunos investigadores cada hemisferio hace una contribución a la conformación de la conciencia; en algunos casos de epilepsia luego de remover quirúrgicamente parte del cuerpo callosum los procesos de conciencia siguen casi que sin verse afectados. Sin embargo al tiempo aparecen problemas como el síndrome de desconexión profunda en el que aparecen problemas de conciencia de percepción (Florian Mormann and Christof Koch , 2007)

[27] Muchos comportamientos parecen acontecer muy rápido para ser conscientes. Max Velman lista algunos ejemplos: análisis de entradas sensoriales y su contenido emocional, análisis fonológico y semántico de la propia producción vocal y preparación de palabras y oraciones; aprendizaje y formación de memorias, ejecución y planeamiento de actos voluntarios. (Tuszinsky, 2006) En muchas ocasiones el cerebro reconstruye sin que nosotros nos demos cuenta el mundo exterior al estar constantemente rellenando los huecos que no podemos procesar en el continum del mundo exterior tal como apunta el profesor Reinhold Kliegl de la Universida de Postdam.

[28] El readiness potential Bereitschaftspotential o potencial de estar listo fue estudiado por Benjamin Libet analizando las señales que se producían en la corteza motora al cerebro cuando se queria mover uno de los miembros del cuerpo. Estas investigaciones iniciales determinaron cuánta activación en sitios específicos es requerida para desencadenar sensaciones artificiales (somática), confiando en procedimientos psicofísicos rutinarios. Esta investigación tuvo y tiene su implicaciones sobre la conciencia humana; su más famoso y controversial experimento demuestra que procesos eléctricos inconscientes (llamados potencial preparación o potencial de estar listo) predecían decisiones conscientes de realizar actos por voluntad propia, así como actos espontáneos, implicando que los procesos neurológicos inconscientes precedían y potencialmente causaban actos por propia voluntad que son en retrospectiva sentidos en ser motivados conscientemente por el sujeto (http://en.wikipedia.org/wiki/Bereitschaftspotential). La conclusión de Libet que se deriva de la investigación neurocientífica es que es imposible que el género humano sea autor de sus propios actos. Libet solamente considera cierto vestigio de la idea de libre albedrío en su noción de veto -la capacidad de la conciencia para bloquear o abortar un acto iniciado por el cerebro-. El problema, como señala John N. Gray, es que no podemos saber cuándo utilizamos el veto, por lo que nuestra experiencia subjetiva es siempre ambigua (Gray, 2003, pág. 63)

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